1 litro de agua.
1/4 de miel.
2gr. de levadura seca de cerveza.
Se pone a hervir el agua, luego se le añade la miel y se revuelve bien hasta que este bien diluida.
Cuando se enfríe, a unos 30º, se le añade la levadura que previamente se habrá hidratado con agua templada (30º)
Se mezcla bien la levadura con el líquido de la miel y se envasa dejando que salga el gas carbónico que se producirá por la fermentación pero impidiendo que entre oxígeno.
Yo he utilizado una botella de gaseosa y he colocado un airlock en el tapón. Se puede colocar un globo en el bocal de la botella y se pincha con un alfiler.
A las dos o tres semanas parará la fermentación y ya se podrá transvasar con cuidado de que no caigan los posos de la levadura.
Se guarda en el frigorífico para que pare del todo la fermentación y, después de dos o tres días, ya se podrá probar.
Todo el proceso deberá hacerse con la máxima limpieza posible.
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