Cómo todos los años, este, también han anidado los tordos en mi jardín.
Esta vez, creo que imprudentemente, lo han hecho dentro de la perrera. En la parra que bordea al garaje.
Mientras dure la incubación no será peligroso, pero cuando los pajaritos quieran hacer sus primeros vuelos, alguno puede caer dentro de la zona de influencia del perro y llevarse cuando menos un buen susto.
Pero ya sabemos por experiencia propia que no enseñan a ser padres, se aprende a base de errores y estos (los tordos) parecen ser primerizos.
Van pasando los días y nos vamos haciendo mayores.
Lo que antes era cáscara, clara y yema ahora es carne y plumas.
Todo gracias al calor de los padres (mamá torda y papá tordo, vamos... eso creo. Mira que si al final es mamá torda la que se encarga de las crías...) que no se separan ni un minuto del nido.
Poco tiempo está el nido sin los mayores y dificil es hacer unas fotos sin molestar.
Hoy día 21 de junio los tordos están a punto de empezar a hacer sus ensayos de vuelo. Seguramente serán las últimas fotos que les haga.
Quizás el próximo año vuelvan a anidar cerca.
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